El valor del diálogo con las comunidades
El proceso que llevó adelante Statkraft Chile y que finalizó con la renuncia a un proyecto de energía.
- La decisión de la firma tiene como sustento múltiples y permanentes instancias de conversación, más 400 reuniones con diferentes actores, para escuchar y entender el real valor de un sitio de significación cultural indígena Huilliche, la Morada del Señor Kintuante de Maihue y el espacio ceremonial en torno a él.
- La compañía de renovables presente en el país, y que pertenece al Estado de Noruega, renunció en enero de este año a la licencia ambiental del proyecto Osorno y sus derechos de agua, definición basada en su compromiso y respeto por los derechos humanos, en especial, de los pueblos indígenas.
Cuando Statkraft Chile comunicó públicamente en enero pasado su decisión de no llevar adelante el proyecto hidroeléctrico Osorno, central de pasada que aportaría más de 50 MW de potencia instalada, la información no fue una sorpresa para las comunidades mapuche huilliches que habitan en la cuenca del río Pilmaiquén, sobre todo para las familias y organizaciones indígenas con troncos ancestrales de la zona, que protegen y mantienen viva la tradición y religiosidad en torno al Señor Kintuante de Maihue y la ceremonia del Lepun.
No hubo sorpresa, porque previo a la información, muchas comunidades y la compañía de renovables han mantenido espacios de diálogo permanentes, en un marco de respeto, transparencia y buena fe, incluso considerando las diferentes miradas y posturas frente a proyectos de inversión.
Producto de este proceso de diálogo con las comunidades originarias del territorio y, especialmente, con las que practican la ceremonia del Lepun, Statkraft Chile informó su decisión de no llevar adelante el proyecto Osorno, el que estaba en proceso de reevaluación integral desde 2016, producto del impacto que tenía en una parte del sitio de significación cultural. La central Osorno se quedó en el papel, en diseños y estudios internos, en múltiples evaluaciones de la compañía, acciones que finalmente decantaron en la imposibilidad de continuar con una iniciativa que afectaría un lugar que se reconoce como sagrado, con la presencia de un espíritu protector como es el Señor Kintuante.
Esta definición, recoge las principales orientaciones de estándares internacionales sobre derechos humanos y empresas, en particular, el cuidado y respeto por los derechos de los pueblos indígenas, así como también, de buenas prácticas en materia de reparación de derechos susceptibles de afectación.
“Creemos en el diálogo, paciente y tolerante, de largo plazo y respetuoso. Creemos en la riqueza de las diferencias y en la voluntad que posibilita fomentar espacios de encuentro y alcanzar puntos de acuerdo para convivir en paz. Esta decisión responde al compromiso que adquirimos hace años con las familias indígenas Lepuneras, de revisar los posibles efectos del proyecto Osorno y, sobre todo, de resguardar un espacio sagrado de una tremenda importancia cultural. Nuestra convicción es continuar colaborando para avanzar en la restitución de estas tierras a las comunidades que son propias del lugar”, destaca la CEO de Statkraft Chile, María Teresa González.
La compañía renunció a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto Osorno ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SMA), así como también a todos los derechos de agua asociados.
La Morada del Señor Kintuante Maihue y el complejo religioso ceremonial donde está inserta, es una de las demostraciones más vivas de la espiritualidad Huilliche. Según las creencias de este pueblo, en ese lugar habita, entre otros, el Señor Kintuante, un ser espiritual que guía las acciones de la comunidad, siendo parte de sus tradiciones y formas de vida, fe y hasta en su estructura social.
El conocimiento recíproco con diversos actores y organizaciones indígenas Mapuche-Huilliche adquirido por la compañía durante los últimos años, en los que se han realizado más de 400 reuniones y encuentros, llevó a Statkraft a reconocer la importancia, valor cultural y espiritual de la Morada del Señor Kintuante Maihue.
Por esta razón, la generadora de renovables informó, en enero de 2018, que restituiría el terreno relacionado con el Señor Kintuante a las comunidades vinculadas al sitio. Así, la compañía no sólo reconoce la existencia de un ser espiritual, sino también de territorios y prácticas ancestrales.
Desistir de la construcción del proyecto Osorno, o bien, de la opción de una nueva evaluación ambiental, se sustenta en una discusión que la compañía ha madurado e integrado en los últimos años, y que tiene base en sus políticas sobre derechos de los pueblos originarios, su cultura y tradiciones.
Esta decisión no tiene relación con el contexto actual del país, ni responde a un plan de desinversión en Chile. Por el contrario, la compañía tiene una ambiciosa estrategia de crecimiento, con una inversión de US$1.000 millones, cuyo propósito es superar en los próximos cinco a seis años los 1.000 MW de capacidad instalada y conseguir una generación de más de 2,0 TWh, siempre con foco en energías renovables.
Ceremonia del Lepun de Maihue
La ceremonia del Lepun es un ritual sagrado indígena que se celebra anualmente en el sur de Chile por las comunidades Mapuche Huilliche. La ceremonia está ligada a la relación armónica que estas comunidades tienen con su entorno natural y se lleva a cabo en una cancha del Lepun, o bien, tradicionalmente en el complejo religioso ceremonial. Las familias Lepuneras maihuinas se congregan dos veces al año, el Primer Lepun o Lepun Chico se realiza normalmente el segundo fin de semana de diciembre y, el Segundo Lepun o Lepun Grande, se realiza el segundo fin de semana de enero.