Para frenar el calentamiento global el camino es uno solo: las energías renovables
Enfrentar la crisis del cambio climático se ha transformado en uno de los ejes centrales de Statkraft, firma del Estado de Noruega que ha dedicado sus 125 años de vida al desarrollo de las energías limpias y sin emisiones, y que invierte el 100% de su crecimiento en este campo. Uno de sus objetivos, detener el aumento de la temperatura del planeta antes de llegar a un punto en que no sea posible retornar.
La electricidad es sinónimo de progreso en el desarrollo humano. Literalmente, ha iluminado el crecimiento de las sociedades y ha permitido avances en la ciencia, la tecnología, la medicina y la educación, interviniendo en la forma de vivir, trabajar, de comunicarnos. Es también la ventana al futuro.
Pero para construir ese futuro debemos hacer un cambio cuanto antes: nuestra forma de producir electricidad. Esto, porque más del 80% de la energía que se genera a nivel mundial sigue dependiendo de combustibles fósiles, en tanto que el consumo y producción de energía representan el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas cifras se han mantenido por varias décadas.
La urgencia de este escenario nos debe llevar a acelerar la transición hacia las energías renovables. “En Statkraft estamos convencidos de que para mantener la temperatura de nuestro planeta por debajo del punto de no retorno, así como para satisfacer la creciente demanda de energía y, además, para cerrar la brecha energética del casi billón de personas que aún no tienen acceso a la electricidad, las energías renovables no deben ser parte de la solución; ellas deben ser la solución”, señala la gerenta general de Statkraft Chile, María Teresa González.
La buena noticia es que esto puede ser ahora. Las energías renovables son sostenibles y son rentables a escala. “En Statkraft lo sabemos y lo estamos demostrando con nuestras operaciones en Europa, Asia y América del Sur. Ya sumamos una capacidad instalada de más de 19.000 MW y con una fuerte estrategia en Brasil, Perú y Chile. Es la única compañía de su tamaño que invierte 100% de su crecimiento en energías renovables. Su base comenzó con la hidroelectricidad en Noruega y se expandió globalmente para cosechar un suministro diverso y flexible, de agua, viento, sol y desechos biológicos. Su conocimiento único reduce la dependencia respecto de una sola fuente de energía, lo cual es necesario para una transición verde a gran escala”, destaca la ejecutiva.
La Energía de Chile
Nuestro país tiene mucho que aportar en esta materia. Chile es inmensamente rico en energías renovables, tanto así que se transforma en una variable estratégica que permite la independencia energética, ya que se pueden emplear recursos propios -que no generan gases de efecto invernadero- para producir energía.
Además del potencial natural, Chile se ha comprometido a un futuro bajo en emisiones, con un importante trabajo en esta materia. Por estas razones, este país representa un mercado de gran interés para Statkraft, dada la importancia que le entregan a las energías limpias.
“Recientemente cumplimos seis años en Chile y queremos permanecer por mucho tiempo más, y aportar con el conocimiento y experiencia que ha acumulado Statkraft por más de un siglo. Tenemos en construcción una central hidroeléctrica en el sur del país y estamos avanzando en el desarrollo de tres parques eólicos en la zona central, los que en conjunto sumarán 52 MW y 100 MW de potencia instalada, respectivamente”, precisa María Teresa González.
Así, el compromiso de Statkraft con un futuro más verde para Chile se materializa con desarrollos eólicos e hidroeléctricos, a los que la compañía espera sumar nuevas iniciativas renovables, porque tenemos el convencimiento de que ésta es LA solución para enfrentar el calentamiento global.