Los analistas de Statkraft han mirado al futuro.
Durante siete años, Statkraft ha mirado a 2050 y presentado su diagnóstico del futuro. En este Low Emissions Scenario 2022, los expertos de la compañía son más optimistas en lo que respecta al clima en comparación con el anterior estudio de hace un año. Estas son las tendencias del sector energético que pueden resolver tanto la crisis climática como la energética.
Una niebla gris cubre la ciudad de Oslo cuando Espen Bakken Wiborg se sienta con nosotros a hablar del futuro. Esta bruma refleja la situación mundial en 2022, con la guerra y la crisis energética en Europa y el calentamiento global y los desafíos climáticos con un tiempo cada vez más extremo.
Wiborg trabaja en análisis estratégico del mercado para Statkraft. Su labor consiste normalmente en estudiar las tendencias a largo plazo. Este año también es uno de los autores del Low Emissions Scenario, el análisis de Sttakraft sobre las tendencias energéticas futuras.
Este es el séptimo año consecutivo en que Statkraft mira hacia 2050 y presenta su análisis del futuro.
¿La actual crisis energética en Europa ha dificultado el camino hacia un escenario 'net zero'?
En realidad somos más optimistas en cuanto al clima que en el escenario de 2021. Aunque Europa se encuentra en medio de una crisis energética muy grave, vemos tendencias positivas cuando miramos más allá del punto en que superamos gradualmente esta crisis, dice Wiborg.
"Vemos más energía solar, más energía eólica, más electrificación y más uso de hidrógeno. Esto significa que es probable que las emisiones en 2050 sean incluso ligeramente inferiores a las que predijimos el año pasado. Las tendencias que hemos visto en años anteriores no han hecho más que reforzarse."
Los días con sol son un factor clave, pero volveremos sobre esto…
- En 2022, las fuentes de energía fósiles representan el 60% de la producción mundial de energía. El 80% de las necesidades energéticas mundiales se cubren con petróleo, gas o carbón.
- La temperatura global se ha incrementado más de 1,1, grados en comparación con niveles preindustriales
- El mundo ya está sufriendo los efectos del calentamiento global
- La guerra en Ucrania ha provocado una profunda crisis energética en Europa, llevando los precios del gas a niveles extremadamente altos y los de la electricidad, muy elevados en 2022.
- ¿Qué supone esto para el futuro de la energía?
El Low Emissions Scenario es una imagen optimista, pero realista, de la transición energética mundial de aquí a 2050.
“Tal vez sea difícil ser optimista en la actualidad, pero el Escenario de Bajas Emisiones de Statkraft muestra que el mundo no necesita elegir entre resolver la actual crisis energética o la crisis climática, y vemos varias tendencias positivas a largo plazo a pesar de la actual situación mundial.”
La palabra crisis aparece con frecuencia al referirnos al crecimiento de las energías renovables.
“En el pasado, la crisis climática era el mayor motor para utilizar más energías renovables. Con el tiempo, los costes han disminuido y las fuentes renovables se han convertido en una alternativa rentable a la energía fósil. Este año, la crisis energética ha puesto de manifiesto la importancia de la seguridad energética y de contar con un suministro fiable, y esto se ha convertido en un poderoso motor para un mayor desarrollo”, afirma Wiborg.
Nunca antes se había invertido tanto en energías renovables como en 2022. La crisis energética en Europa y la necesidad de un suministro eléctrico seguro sirven de catalizadores. El cambio verde se producirá ahora a un ritmo mucho más rápido, con planes más ambiciosos.
La solución es la energía renovable
Son principalmente los precios de los combustibles fósiles los que provocan la actual crisis energética en Europa. El precio del gas es excepcionalmente alto, tras haber aumentado varios cientos por ciento desde principios de 2021. La extrema dependencia de Europa del gas y su necesidad de importar energía fósil han creado esta crisis, afirma Espen Bakken Wiborg, de Statkraft.
¿La solución a la crisis? Pasa por ampliar la capacidad de energía renovable y electrificar la industria, el transporte y la construcción con energía limpia y renovable, que además es barata. La electrificación utiliza la energía de forma eficiente, reduce las emisiones de CO₂ y disminuye la dependencia de las fuentes de energía fósiles.
Por este motivo, todos los países deberían reducir su dependencia de la energía procedente de fuentes fósiles. Al mismo tiempo, el intercambio de energía renovable entre países es importante para la flexibilidad. Cuando hay poco viento o poco sol, se puede utilizar la energía hidroeléctrica flexible. La energía solar y la eólica pueden complementarse mutuamente, y en los periodos de sol y viento se puede almacenar la energía hidroeléctrica.
La energía renovable no solo reduce las emisiones, sino que es eficiente y barata. Y proporciona seguridad de suministro, dice Wiborg.
Los metales críticos
Nuestro diagnóstico del futuro también pone de manifiesto algunos retos en el camino.
Un mundo geopolítico caracterizado por la rivalidad y los conflictos puede dificultar la coordinación en la respuesta global al cambio climático. Y la transición verde se producirá mucho más lentamente en las zonas menos desarrolladas del mundo.
Los paneles solares, las turbinas eólicas, las baterías, los vehículos eléctricos y la infraestructura que suministra la electricidad dependen completamente de metales específicos.
“Hay un amplio recurso de metales en todo el mundo, pero las cadenas de suministro de aquellos metales que son fundamentales para la transición energética se concentran en unos pocos países”, señala Wiborg. Esto puede generar desafíos.
Un ejemplo es la cadena de valor de la energía solar, en la que China controla más del 80% de los metales necesarios, y se espera que aumente hasta casi el 95% en los próximos años.
Para garantizar el acceso a estos metales críticos, será importante diversificar el suministro entre varios países y reciclar los metales. La UE y EE.UU. han trazado recientemente una estrategia al respecto y han fijado objetivos para desarrollar su propia capacidad.
Sol, sol, sol...
¿Por qué nos referimos antes a los días de sol como un factor clave?
Porque la energía solar será la ganadora en la transición energética, y tras 2035 será la principal fuente de energía
La producción de energía a partir del sol se incrementará hasta 21.000 TWh en 2050.
Para hacernos una idea de cuánto son 21.000 TWh, equivalen al 80% de las necesidades energéticas globales a día de hoy.
La planta Talayuela Solar, en la provincia de Cáceres, es uno de los mayores proyectos de energía solar de Europa. Con una potencia de 300 MWp, la planta genera alrededor de 600 GWh al año, lo que equivale al consumo eléctrico de 150.000 hogares españoles. La planta entró en funcionamiento en enero de 2021 y es operada por Statkraft.
En 2050, la producción de energía solar y eólica superará a la hidroeléctrica
La demanda mundial de energía se duplicará con creces hacia 2050, y la energía solar y eólica cubrirá alrededor de dos tercios de esa demanda.